Me arrepiento
- Leioness
- 22 sept 2016
- 2 Min. de lectura
Muchas personas dicen y piensan que nunca debemos arrepentirnos de nada en la vida, yo hacía parte de ese porcentaje de personas que lo piensan, pero como todos, yo también toqué fondo. Definitivamente hay cosas de las que nos arrepentimos, de esas con las que nos damos látigo de conciencia pensando en por qué lo hicimos, si no lo hubiéramos hecho, si esto o si aquello. En fin, mil cosas que quisiéramos tener el poder de retroceder el tiempo y haber actuado diferente o por lo menos haberlo pensado mejor. No, no mate a nadie, no viole a nadie, ni cualquier cosa por el estilo, pero sí lastimé el corazón de alguien que me quería. En algunos meses de relación yo me encontraba tan confundida que ni siquiera sabía cuáles eran mis verdaderos sentimientos por esa persona, quizás, porque era muy egoísta para dejarle estar con otra persona o porque quería sentir la seguridad de tener a alguien a mi lado que sabía que me quería. Pudieron ser mil motivos que al día de hoy son irrelevantes, pero no me aferraba a la idea de terminarle. Me burlé de sus sentimientos sin pensar en las consecuencias y efectivamente le puse los cachos, no uno, ni dos, fueron tantos que ya ni recuerdo, (me acordé de la canción que se llama el santo cachón).
Bueno ya, siguiendo con lo serio fue algo de lo que no me enorgullezco y no quisiera repetir porque cuando me di cuenta que le perdí lo único que pensaba era en que quizás había perdido a quien sería el amor de mi vida. No digo que sean unas morrongas, puritanas que siguen el camino del señor, y nunca deberían poner cachos, o sea no. Pero al menos tengan en cuenta a la otra persona antes de actuar y si van a hacerlo tengan muy claras cuáles van a ser las consecuencias de sus actos. Si no se sienten bien en su relación, si sienten la necesidad de estar con otras personas, lo mejor es darle fin porque nunca será satisfactorio herir y por un pequeño o grande desliz borrar todo lo bueno que había, digo. A pesar del tiempo, que ya han sanado heridas. A pesar de que sé que esa persona me perdonó y nos encontramos en buenos términos actualmente, jamás olvidaré que gracias a eso soy mejor persona y que ahora pienso dos, tres o hasta cuatro veces antes de repetir ese error. Y sí, me arrepiento…
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