Sobre mi:
- Camille
- 8 may 2017
- 2 Min. de lectura
No quise llegar a esto, pero mis pensamientos lo ameritan, dejarlos seguir nadando en mi cabeza no es lo más saludable, necesitan salir y ser expuestos. Para que mueran o se reproduzcan; lo que sea mejor para ellos. Pero en lo que me concierne, ya no los quiero más.
Estas ganas de expulsar como vómito lo que me deja suspendida en el tiempo (divagando en este) que no me deja progresar y que siento pesado en mi espalda, estas ganas de decirte que te amo pero quiero que te vayas. Estas ganas de decir váyanse a la verga todos, pero necesitaré de ustedes. Es el momento donde no me importan, pero mi moral y ética reprimen mis arduos deseos de nihilismo profundo, es ahí cuando llega esta tipa llamada esperanza, que me dice: anda, sigue así que así vas bien, mientras más tratas de alejarte, más necesitarás de ellos, puedes irte sola por mucho tiempo, pero regresarás como la menstruación, pequeña.
Así que necesitas creer que todo irá bien o por el contrario te irá mal, pasarás noches en vela pensando qué está bien y qué está mal, cuestionando el sistema y pensando por qué seguir viviendo en una sociedad retorcida que al parecer no tiene ningún fin transcendental.
Si quieres que tu vida valga la pena, ponte una meta, material y llena de ego, en pocas palabras, llénate de basura, una bazofia. Pero cree que todo estará bien, las cosas siguen su rumbo y tú también, en unos años morirás y no sabrás qué habrá pasado. Tendrás asco de vivir por pensar que nada de esto tiene sentido, por lo que optarás por tomar el puesto que no quisiste en la sociedad, con el tiempo sabrás que es mejor no pensar sino actuar, siendo un esclavo de esta organización doble cara e interesada por las masas y no por el individuo como tal.
¿De qué mierda sirve pensar así? ¿Acaso esto te hará más feliz? No. Pero al menos sabes lo qué pasa y lo sigues haciendo, ¿no es así? Entonces, te das cuenta que es mejor mantener tu mente engañada, aunque ni tanto, porque tu percepción de realidad es verdadera, los locos no son locos, quiero decir que nadie lo es. Todos vemos cosas diferentes, porque somos distintos personajes en este cuento llamado vida, que sirven de reflejo y ejemplos, al unirlos forman una historia completa y profunda. Así que, si sientes que no vale la pena vivir, charla con esperanza pero no Gómez, la otra. Pregúntale y pídele, sé bueno o malo, ambas si quieres, siempre recibirás algo. Y te darás cuenta que aquí no estás solo, como quisieras. Y que viniste para ser parte de esta obra.

-CAMILLE.
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